16.7.08

¡Mujeres, le debéis todo!

Estas palabras de Elisabeth Badinter no son exageradas. Por eso, haré un apunte para la semana próxima: Uno de los cursos de verano de El Escorial está dedicado a la figura de Simone de Beauvoir. Con ocasión del centenario de su nacimiento, se titula Simone de Beauvoir: la escritura de la libertad. Porque realmente podemos decir que todas nosotras le debemos la libertad de la que disfrutamos hoy.
El curso es multidisciplinar y está dirigido por Mariam López Cao. Espero que nos veamos allí. Podéis consultar su programa haciendo un click programa
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¡Hasta pronto!

12.7.08

El reto de la igualdad de género

Para quienes no estuvisteis en la presentación de El reto de la igualdad de género. Nuevas perspectivas en Ética y Filosofía Política querría comentaros que se trata de un libro que he coordinado y que acaba de publicar Biblioteca Nueva. En la introducción, con un lenguaje accesible a las personas no especializadas en Filosofía, presento un panorama de los distintos tipos de trabajo que se están realizando en el ámbito filosófico desde la categoría crítica de género. Los ensayos reunidos, que abordan debates extremadamente actuales de la sociedad contemporánea, son de María Xosé Agra, Celia Amorós, Neus Campillo, Victoria Camps, Ana de Miguel, Carmen García Colmenares, María José Guerra, María Teresa López de la Vieja, Teresa López Pardina, Cristina Molina Petit, Javier Muguerza, Raquel Osborne, Luisa Posada, Fernando Quesada, Concha Roldán, Rosalía Romero, Iván Sambade y Amelia Valcárcel.
Ciudadanía, multiculturalismo y derechos de las mujeres, violencia de género,ética del cuidado y muchos otros temas que, espero, os interesen.
Aprovecho estas líneas para agradecer a quienes asistieron a la presentación en un número que sobrepasó ampliamente mis expectativas. A tod@s, ¡muchas gracias!

7.7.08

Mayo del 68 visto por Simone de Beauvoir

Una de las visitantes de este blog, Marta, desde Barcelona, me propone en su comentario que haga referencia a cómo fueron vistos los acontecimientos de mayo del 68 por nuestra filósofa, Simone de Beauvoir. Le agradezco la sugerencia que es, realmente, muy acertada. En una autora que dedicó tantas páginas a las memorias de su vida y su entorno intelectual y político, no podía faltar una interpretación del París que quiso encontrar la playa bajo los adoquines grises (recordemos el famoso lema "sous les pavés, la plage" que resume el espíritu utópico de los manifestantes).
Las convicciones socialistas, el deseo de mostrar las a menudo penosas condiciones de vida de los trabajadores, llevaron a Simone de Beauvoir, junto con Sartre, a apoyar a los estudiantes. Asimismo, el año anterior, ambos filósofos habían participado en el Tribunal Russell, reunido en Copenhague para condenar la masacre de civiles en la guerra de Vietnam, quemados por los bombardeos de napalm. La misma indignación se encontraba entre los estudiantes del 68.
En las últimas páginas de Tout compte fait, 1972, (Final de cuentas), fiel al objetivo que se había fijado de "disolver toda mistificación, diciendo la verdad", reconstruye la insurrección como observadora que narra hechos con un tono alejado de la exaltación épica. Así, no deja de aludir a la deriva del mes siguiente, junio, a la violencia producida por grupos de extremistas armados con barras de hierro y al desorden y la suciedad de una Sorbona caótica. Sin embargo, también nos hace llegar el entusiasmo que le producía el clima de efervescencia y cambio de los primeros días en que todo parecía posible en esa Universidad abierta a la vida: "jamás, ni en mi estudiosa juventud, ni siquiera a comienzos de ese año 68 hubiera podido imaginar tal fiesta" (...) "en los muros florecían los maravillosos eslóganes inventados unas semanas antes en Nanterre (...) en las escaleras o en medio del patio, había grupos que discutían acaloradamente (...) "jóvenes y menos jóvenes abarrotaban los bancos de los anfiteatros: quien lo deseaba tomaba la palabra,exponía su caso,sus ideas,sugería tareas y consignas".
Su diagnóstico final alude a la profundidad del fenómeno cuando afirma: "Los partidarios del orden sólo quisieron ver en los acontecimientos de Mayo una explosión juvenil y romántica: en realidad se trataba de una crisis de la sociedad, no de una generación".