26.8.09

Mafalda, pensar sonriendo


Leo en los periódicos que Buenos Aires va a tener una estatua de Mafalda, esa niña de una tira cómica que ha hecho reflexionar a tanta gente sobre temas éticos, políticos, sociales y filosóficos sin perder nunca el buen humor.
Mafalda era (es) una niña intelectual y soñadora que no encajaba en los estereotipos usuales. Por eso, era (es) más real que otras figuras de comic. Su agudeza para la crítica social no dejó de señalar la desigualdad entre mujeres y hombres. La denunció con sus ingenuas frases lapidarias que dejaban al descubierto las contradicciones e irracionalidades del mundo.
Mafalda nació en los años sesenta. Como hija de su época, era capaz de analizar la sociedad mientras reía, porque tenía confianza en el poder transformador de la razón y del saber.
La escultura que se podrá ver en el barrio de San Telmo, donde vivía su creador, Quino, capta muy bien ese espíritu crítico, optimista y profundo. La muestra sentada en un banco, con la mirada fija en un punto superior lejano. Esa mirada es la de reflexión y la construcción de nuevos horizontes. Una sonrisa, apenas sugerida,ilumina su cara. Es la que le inspira su esperanza en un mundo mejor.
Si no has leído todavía ninguna Mafalda, aún estás a tiempo de hacerlo.