Se cumplen 70 años del suicidio de Virginia Woolf. Espero que los suplementos literarios la recuerden adecuadamente. Fue una gran novelista con prosa de gran calidad poética y también nos legó dos magníficos ensayos feministas: Una habitación propia y Tres guineas, ambos de lectura ineludible. El primero, alude a la necesidad de tener tiempo, respeto y espacios propios para el pensamiento y la creación. El segundo, es un breve pero profundo análisis sobre la disyuntiva del colectivo femenino en pleno siglo XX: integrarse plenamente en la sociedad y la civilización existentes o marginarse porque conducen a la guerra. Si no los habéis leído o los tenéis olvidados, puede ser ésta una buena ocasión de reencontrarse con V. Woolf.
La libertad del arte, tan reivindicada por el círculo de creadores de Bloomsbury al que esta escritora perteneciera, ofrece en Tres guineas una pluralidad de caminos para la reflexión. Considerando la época que nos toca vivir, yo destacaría lo siguiente: las mujeres no somos lo Otro de la Razón y de la Cultura pero éstas han de ser reexaminadas para descubrir y corregir el sesgo patriarcal resultante de una larga historia de exclusión.
Para leer más: un artículo que escribí, hace tiempo ya, sobre sus reflexiones feministas, con un click aquí