16.9.18

Mujer y sexualidad en la obra de Julio Cortázar

Ha sido seleccionado en Francia para la bibliografía del Concurso de Aggrégation (cátedra de enseñanza media) del año 2019  este artículo que escribí hace tiempo sobre Julio Cortázar. Como es difícil de conseguir y me lo están pidiendo algunos concursantes, lo cuelgo para quien quiera consultarlo. Se puede descargar picando aquí o buscándolo en la página de publicaciones de mi web 
¡Suerte a todas las personas que van a presentarse a esta nueva convocatoria!



5.9.18

El viaje de Nisha

En el mes de agosto, se estrenó una película que os recomiendo vivamente. Se trata de El viaje de Nisha, de la directora noruego-pakistaní Iram Haq. Narra una historia de inspiración autobiográfica de la propia directora que nos muestra las dificultades de una joven de familia de inmigrantes pakistaníes en Noruega. Dividida entre el amor a sus padres, el respeto a las normas patriarcales tradicionales y el atractivo de la vida de los adolescentes occidentales, Nisha vive un auténtico viaje iniciático a la libertad. Sin truculencias, con buen ritmo, sin maniqueísmos, con finura en el trazado de la psicología de los personajes, esta película reconcilia con el cine, con ese buen cine que es tan poco frecuente en la actualidad. 
Al verla, recordé un film de otra directora, la colombiano-estadounidense Patricia Cardoso _Las mujeres de verdad tienen curvas_ que trataba una problemática similar de la inmigración latina en EEUU. Y, como en ese caso, me sorprendió que la figura de la madre mostrara tan poca solidaridad con la hija. No pude dejar de preguntarme: ¿En la realidad, estadísticamente, se comportan así las madres? ¿Son mayoritariamente los padres quienes comprenden mejor a sus hijas en tales contextos? ¿O estamos ante una ilusión androcéntrica que tiende a ignorar la genealogía y solidaridad femeninas? 
En todo caso, vale la pena ver El viaje de Nisha. ¡No os arrepentiréis!
 

23.4.18

Misoginia y silencio de las mujeres

Las sugerentes páginas de Mujeres y poder, el libro más reciente de la historiadora británica Mary Beard, indagan  sobre la larga tradición de silencio femenino en el ámbito de lo público. Se trata de una edición estéticamente atractiva de dos conferencias suyas que muestran que este silencio constituye el reverso de la propia identidad viril definida como voz con autoridad. A través de historias impactantes escogidas en la literatura antigua, M. Beard va desvelando las raíces profundas y persistentes de la misoginia que todavía hoy restringe la expresión pública de las mujeres y circula de manera insultante y venenosa por los tuits que la propia autora reconoce recibir. Observa que, desde el pasado clásico, la voz de las mujeres es ridiculizada, asimilada a un "gimoteo" para ser contrapuesta a la "voz grave" varonil y recuerda que Henry James compara la voz de su joven personaje feminista de Las Bostonianas con "el mugido de una vaca, el rebuzno de un asno y el ladrido de un perro". El honor nacional, advertía James, no permite tales gimoteos y relinchos.
Hacer callar a las mujeres en el ámbito de lo público ha sido una práctica patriarcal antigua que llega hasta nuestros días. Afecta el desempeño político, artístico y científico de las mujeres con su particular violencia soterrada.
Recomiendo este pequeño pero incisivo último libro de Mary Beard que nos muestra la dramática actualidad del texto de la Odisea con el que se inicia: el joven Telémaco mandando a la sabia y madura Penélope a retomar en silencio la rueca porque ha llegado la hora de que él asuma el poder.

2.1.18

La utopía ecofeminista




¿Qué es el ecofeminismo y en qué medida puede decirse que se trata de una utopía? No me refiero al sentido vulgar de “utopía”, como una mera fantasía, como un absurdo que contradice las normas lógicas o las dinámicas psicológicas o materiales de la humanidad. En este primer sentido, se ha considerado al ecofeminismo y a otras teorías emancipatorias como sueños de ingenuos optimistas que no han comprendido que el hombre es un lobo para el hombre (el homo homini lupus de la reformulación hobbesiana  del pesimismo antropológico) y que todo lo real es racional (según la interpretación hegeliana más conservadora). Pero, contestaría una ecofeminista: ¿Quién es el hombre? ¿Cómo es el lobo? ¿A qué llamamos razón? 
En el sentido inaugurado por Tomás Moro en 1516, utopía es un mundo mejor que aún no ha tenido lugar (ou-topos), que aún no se ha concretado en la realidad,  pero podría llegar a hacerlo un día. Funciona como  un horizonte regulativo hacia el que dirigir nuestros pasos con esperanza. Configura una cartografía de lo posible que, como es evidente, posee capital importancia desde el punto de vista de la Filosofía Moral y Política y de la vida cotidiana. 
Los autores de mundos perfectos critican con agudeza la enorme desigualdad en el acceso a los bienes y al poder que afectan  a las sociedades en que viven, la irracionalidad de  múltiples costumbres y aspectos de la organización política y religiosa, pero no suelen alcanzar a ver la injusticia de  la subordinación de las mujeres. Así, aunque con sus relatos sobre la vida de los pueblos indígenas, los viajeros del Renacimiento recrearon el mito de una edad de oro en total armonía, su visión del mundo perfecto no altera la estructura patriarcal. En Mundus novus (1503),  Américo Vespucio muestra comunidades que no conocen ni el poder de los gobernantes ni la propiedad privada. La libertad de la que disfrutan se manifiesta, entre otros aspectos, en que pueden poseer muchas  esposas. Utopía (1516) de Tomás Moro tampoco desafía el orden familiar y social que subordinaba a las mujeres, por el contrario, incluye rituales simbólicos que lo ratifican.  En La Ciudad del Sol (1602) de Tomás Campanella, las mujeres son parte de los bienes comunes y su función es la reproductiva hasta el punto de que las estériles reciben menor consideración que las fértiles.
La utopía feminista se distingue de las demás utopías en el rechazo de la jerarquía entre los sexos y en la propuesta de la androginia o de una organización social que no se ciña a los roles de género tradicionales. Entre las novelas más conocidas de este carácter encontramos The Left Hand of Darkness (1969) (La mano izquierda de la oscuridad) de Ursula Le Guin (1) o de  The Female Man, de Johanna Russ (1975) (El hombre hembra). Un esbozo de teoría utópica feminista se encuentra en el último capítulo de la Dialéctica del sexo de Shulamith Firestone.  
 El ecofeminismo es la utopía de las utopías ya que busca una sociedad que supere todas las dominaciones, incluyendo las de sexo, clase, raza, opción sexual, especie y cualquier otra diferencia que sea utilizada para legitimar la injusticia y la opresión.  El objetivo más profundo de la filosofía ecofeminista es una redefinición del ser humano concomitante con una redefinición de los demás seres vivos con los que habita la Tierra. 



(Puedes leer mi artículo completo en  La utopía, motor de la Historia (Juan José Tamayo, dir., ed. Fundación Ramón Areces, 2017. Este libro puede consultarse en el siguiente enlace.