23.4.23

Algunas novelas y películas de contenido ecofeminista

 

 

 
El otro día en una entrevista me preguntaron por novelas, series, películas u obras de teatro que me hubieran gustado y en donde las problemáticas actuales del ecofeminismo estuvieran presentes. Esto es lo que contesté: "Cuando se estrenó Sufragistas en 2015, y tuvo tanto éxito, pensé: ¡Qué poco material cinematográfico de ficción existe sobre el feminismo, sus luchas y sus victorias! ¡Mucho menos encontramos todavía si buscamos sobre ecofeminismo!
 Sí que hay, en cambio, más documentales que plantean problemáticas actuales del ecofeminismo, como, por ejemplo, La hija de la laguna
 
 
En el ámbito de encuentro entre la ficción y la realidad, mencionaría dos películas, pero no son recientes. Erin Brockovich, en la que Julia Roberts encarna a una mujer que se convierte en activista medioambiental al conocer los casos de vecinos de una fábrica gravemente enfermos. Se trata de una película basada en la historia real de Erin Brockovich-Ellis que consiguió que una compañía de gas y electricidad, culpable de contaminar con cromo el agua de un pueblo californiano, tuviera que indemnizar a las víctimas. 
 
Otra excelente película que cuenta la lucha de mujeres reales, apasionadas por la defensa del medioambiente y de la naturaleza es Gorilas en la niebla, inspirada en la vida de la primatóloga Dian Fossey y con Sigourney Weaver como actriz protagonista. Justamente porque no es una película reciente, tiene la ventaja de poder verse online. 
 
En cuanto a obras de teatro, sé que, en Barcelona, ha estado hasta hace unos días en cartel Chipko, inspirada en las figuras de las defensoras de los bosques Wangari Maathai y Julia Butterfly Hill, dirigida por Daniela Feixas y producida por Q-ars Teatre.
 
 
 
  Hay un libro que me parece particularmente logrado y recomiendo vivamente. Me refiero a Beatriz y la loba, una novela que tiene un contenido claramente ecofeminista. Nos presenta una historia que muestra los vínculos entre el maltrato que sufren tantas mujeres por parte de sus parejas y la violencia contra la naturaleza y sus habitantes no humanos. Su autora es Concha López Llamas que ha sacado recientemente una autobiografía que se titula Yo ecofeminista, en donde cuenta cómo fue surgiendo su sensibilidad feminista y, cómo a través de su formación como bióloga y su conexión con sus orígenes familiares en la Sierra de la Culebra de la provincia de Zamora, se fue generando su preocupación por la naturaleza. 
     Recomendaría también la extraordinaria novela de género literario híbrido y que podría calificarse de thriller ecológico titulada Sobre los huesos de los muertos, de la escritora premiada con el Nobel de Literatura de 2019, Olga Tokarczuk. En esta novela, la protagonista es una mujer mayor y excéntrica que rompe con prejuicios antropocéntricos y androcéntricos gracias a su amor a los animales. Sobre esta obra se hizo una película que se titula Spoor (El rastro) y puede verse en Filmin.
 
 
 
 Pienso también en otras novelas ya más clásicas como la de Úrsula Le Guin El nombre del mundo es bosque que podría definir como ciencia ficción poética. Narra la colonización “yumana” depredadora de un planeta en el que sus pobladores son sabios y pacíficos y viven en un bosque umbrío que los invasores se disponen a convertir en leña para el mercado. Al descubrir que su mundo, el bosque, y su forma de vida (el sueño) están condenados a desaparecer por la codicia de los colonizadores, los habitantes se sublevan. Es una excelente novela, transmite un mensaje ecológico pero no lo hace con un componente feminista evidente. Algo parecido encontramos en ese film de animación que es ya de culto: La princesa Mononoke del director japonés Miyazaki; 

 
 
El espíritu del bosque, fotograma de La princesa Mononoke)

(fotograma de La princesa Mononoke)

 Puedes ver un trailer de esta película haciendo clic aquí
 
 
 
 
 
 
 
 
y en su versión de masas que es Avatar I, de James Cameron. En esta última, además del sugerente espíritu del bosque, destaca la figura de la joven valiente, defensora de su tierra y que llega, en la escena final, a salvar de la muerte al héroe, enfrentándose a su enemigo en un combate que representa claramente el enfrentamiento entre lo orgánico natural y lo inorgánico bélico patriarcal. Asistimos, pues, a una interesante inversión del tradicional esquema “chico salva chica” en clave ecológica. En comparación, Avatar II, recientemente estrenada, es infinitamente más convencional, con la honrosa excepción de su denuncia de la caza comercial de la ballena.
 
¡Existe una auténtica necesitad de más material ficcional feminista y ecofeminista! Porque las historias que nos cuentan la literatura y el cine nos hacen disfrutar y nos transmiten emociones poderosas. Nuestro universo imaginario se construye con ellas. Si el contenido que tienen es convencional y patriarcal, no nos permiten concebir modelos feministas y ecofeministas de vida buena y conocer formas satisfactorias de dar un sentido a nuestras vidas. Necesitamos el potencial emancipatorio que aportan la imaginación y el arte. Tenemos una gran desventaja cuando carecemos de estas producciones artísticas. Seguramente que, por olvido o desconocimiento, no estoy mencionando alguna obra que podría entrar con toda justicia en un listado de creaciones literarias, películas, series u obras de teatro con contenido ecofeminista, pero también estoy segura de que no abundan. Esta pregunta que me has hecho es muy importante y espero que anime a las creadoras a narrar historias reales, luchas, mitos, relatos ficcionales o fantasías que alimenten la imaginación para pensar y construir otro mundo posible."
Puedes leer la entrevista completa, publicada en el boletín de la Fundación Carolina, haciendo clic aquí