En estas líneas, frente a numerosas críticas adversas, me gustaría romper una lanza por el reconocimiento de la auténtica calidad de una autora británica que con su primer libro ha
sabido, a mi juicio, componer una excelente obra del género policíaco. No pretendo elevar a los altares de la Literatura con mayúscula un thriller que se ha convertido en auténtico best-seller (5 millones de ejemplares vendidos en 30 países), pero sí subrayar algunas de las características que lo hacen muy interesante y atractivo.
Las tres protagonistas son mujeres y la narración en primera persona sigue su pensamiento y sus emociones con una dinámica que muestra el legado de la técnica literaria del fluir de la conciencia. La gran habilidad de Paula Hawkins consiste en contar la historia a través de un gran patchwork de fragmentos introspectivos y hacerlo con un ritmo extremadamente ágil que mantiene el suspense hasta el final. Si queréis desconectar de las preocupaciones cotidianas con una novela negra, os la recomiendo. Preferentemente en inglés, si es posible.
Quienes aman el tren, como yo, encontrarán también en ella fragmentos de una poética londinense muy particular.