La crisis ecológica también tiene una lectura de género. Una auténtica educación para la sostenibilidad no debe reducirse a una simple consigna de mejor gestión de los recursos naturales. La mejora de la gestión es imprescindible (¡y bienvenida sea!) pero no es suficiente para ese gran cambio cultural exigido por el aumento de la potencia tecnológica de la humanidad y la consiguiente presión sobre la Tierra. Junto a la crítica al consumismo del mal desarrollo neoliberal, debemos también impulsar una educación sentimental ecológica que siente las bases emocionales de las buenas prácticas para la sostenibilidad.
El desprecio de los valores del cuidado, relegados a la esfera feminizada de lo doméstico es uno de los múltiples factores que conducen a la humanidad a una carrera suicida de enfrentamientos bélicos y desarrollo insostenible. Es hora de ampliar tanto el número de responsables como el ámbito del cuidado. Revisemos los estereotipos masculinos y femeninos y encontraremos más de un elemento injusto o peligroso a esta altura de la Historia. Mujeres y hombres podemos y debemos ser responsables de las tareas del cuidado por igual. Y el ámbito de lo digno de ser cuidado, admirado y amado ahora tiene que abarcar también esa Naturaleza maltratada en tan diversas y destructivas formas. No dejemos de reflexionar sobre estas dos necesarias transformaciones de nuestra rutina cotidiana y de nuestra visión del mundo. Y si desarrollamos tareas formativas, en cualquier nivel en que éstas tengan lugar, transmitamos el mensaje con la palabra, con el ejemplo y con el sentimiento.
Desarrollo más este tema en:
_ Ecofeminismo para otro mundo posible, ed. Cátedra, Col. Feminismos, 2011.
_ "Los dualismos opresivos y la educación ambiental", en Isegoría. Revista de Filosofía Moral y Política Nº 32, 2005, págs. 201-214 (puede consultarse online).
3.11.07
12.8.07
¿Las guías de turismo tienen sesgo de género?
Probablemente estaréis pensando que algún oculto sesgo de género pueden tener las guías de turismo que usamos habitualmente, pero yo no podía imaginar, hasta no verlo con mis propios ojos, hasta qué extremo es cierto, siete años después del comienzo del siglo XXI. De vacaciones en Buenos Aires, leyendo la traducción castellana de una conocida guía turística internacional, me ha llamado particularmente la atención un pasaje que afirmaba que los argentinos tienen muchas razones para estar orgullosos de su país. En la enumeración de los motivos, además del paisaje y la cultura, se destacaba lo siguiente: "Tienen la sensualidad del tango, alta moda y un fútbol excelente; mujeres guapas y los mejores filetes del mundo."
Distracción estival: Adivinar el sexo-género de quien ha escrito la frase citada y el de su lector-interlocutor imaginario.
Post-data: Creo que esta perla, en la riqueza de sus contenidos inconscientes, admite más de una reflexión.
Saludos. Y disfrutemos del verano con alegría y buen humor, sin abandonar la mirada crítica.
Distracción estival: Adivinar el sexo-género de quien ha escrito la frase citada y el de su lector-interlocutor imaginario.
Post-data: Creo que esta perla, en la riqueza de sus contenidos inconscientes, admite más de una reflexión.
Saludos. Y disfrutemos del verano con alegría y buen humor, sin abandonar la mirada crítica.
24.2.07
El fantasma de la violación colectiva como reclamo publicitario
Una imagen publicitaria que sugiere una violación colectiva ha generado en este mes una gran polémica. La violación colectiva ha sido, desde tiempos remotos, una forma de castigo para mujeres que se separaban de las estrictas normas de conducta establecidas para el “segundo sexo”. Expresaba, también, el poder de las fratrías o pandillas masculinas. Así lo muestran numerosos estudios históricos y antropológicos. Lamentablemente, no es sólo cosa del pasado. Las noticias que nos llegan de los suburbios de las grandes ciudades francesas, sin ir más lejos, prueban que está teniendo lugar con esas mismas características.
No olvidemos que, como señaló con gran acierto Susan Brownmiller en Against our Will, la violación funciona como una forma de control social, ya que el miedo, desde pequeñas, nos enseña que nuestro desplazamiento por el espacio público tiene restricciones: hay lugares que a ciertas horas es necesario evitar si no queremos tener disgustos. Por su parte, en sus análisis de los distintos tipos de opresión, Iris M. Young, advierte que la violencia, como una de las caras de la opresión, no sólo está presente como agresión física directa, sino que los miembros del grupo oprimido la experimentan en el temor incrustado en sus cuerpos. Saben que están en el punto de mira de esa violencia que puede desatarse en el momento más inesperado porque está latente.
Frente a adjetivos tales como “agrupación de Marujas Histéricas” y “país ñoño” en referencia a las protestas del Instituto de la Mujer y de los Verdes, que han pedido la retirada de un anuncio, propongo un pequeño test: ver la imagen e imaginar qué dirían estos individuos si en vez de una mujer hubiera un varón negro. Todo el mundo estaría de acuerdo (y yo también) en que se trataría de una publicidad racista. ¿Por qué cuesta tanto, en cambio, ver el sexismo?
10.1.07
Enero 2007: Nueva víctima de la anorexia en Brasil
Es la quinta chica en los dos últimos meses. Quería ser modelo.Una víctima más de los estándares de belleza misóginos. Os invito a leer en mi blog la entrada "La cara oculta de la moda"
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