La obra de Ursula Le Guin sigue siendo de vanguardia. La más renombrada de sus novelas es La mano izquierda de la oscuridad. A finales de los sesenta, la llevó a la fama y despertó el interés de las feministas por sus personajes andróginos que cambiaban de sexo según ciclos semanales e influencias externas.
Sin embargo, más allá de la merecida fama de esa novela, yo quisiera volver a llamar aquí la atención sobre otro de sus relatos que me parece fascinante y que tanta actualidad cobra con la destrucción programada y suicida de la selva amazónica, indonésica y tantas otras. Me refiero a El nombre del mundo es Bosque. Breve pero maravillosa y poética novela que muestra dos maneras de habitar el mundo representadas por los yumanos depredadores que sólo buscan el poder y el beneficio económico y los pacíficos athstianos que han alcanzado mayor sabiduría y viven en dos tiempos: tiempo-mundo y tiempo-sueño. Los primeros colonizan el planeta athstiano con el fin de exportar madera a la Tierra. Esclavizan a sus habitantes hasta que éstos se rebelan. Han descubierto que su mundo, el bosque umbrío, está condenado a desaparecer por la voracidad sin límites de sus opresores. ¿Alguna coincidencia con la realidad?
El nombre del mundo es bosque ha sido incluida en la edición recopilatoria titulada Los mundos de Ursula K. Le Guin junto con La mano izquierda de la oscuridad y Los desposeídos (Minotauro, Barcelona, 2008).
3 comentarios:
ME GUSTO EL BLOG!!!!!
La verdad es que el argumento me ha hecho pensar en Avatar...
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