16.8.16

El jardín de los placeres que se bifurcan: El Bosco

El jardín de las delicias de El Bosco
Borges escribió sobre un jardín de senderos temporales que se bifurcaban. En cambio, El Bosco es el pintor del jardín de los placeres que se bifurcan en figuras híbridas monstruosas. La obra de este pintor es enigmática. En su misma época probablemente menos que ahora ya que algunas claves de su interpretación, alegorías y símbolos comunes a principios del siglo XIX han perdido su transparencia. Pero si algo es evidente es que, aparte de la maestría técnica indudable que manifiesta, es una obra con un tema recurrente: los placeres sensoriales como origen del pecado que lleva a la condena eterna. Sin embargo, como señalan los estudios especializados, las prácticas paganas, la sensualidad y la imaginación desbordante del pueblo constituyen la materia fundamental y el rasgo característico de su pintura. Paradojas de la creación artística y de un intelecto que oscilaba entre la ortodoxia y la heterodoxia religiosas. Su influencia es clara en pintores como Goya. En el siglo XX fascinó a los surrealistas por su componente onírico y sexual que invitaba a una interpretación freudiana. El artista chino contemporáneo Cai Guo-Quiang ha reconocido su deuda con El Bosco en su impactante instalación titulada "Heritage", que representa la última charca tras el desastre ecológico al que probablemente nos encaminamos (2013, Queensland Art Gallery, Australia)
"Heritage" de Cai Guo-Quiang

Si podéis, no os perdáis la mayor exposición que se ha realizado hasta el momento sobre El Bosco. Con motivo del V centenario de su muerte, el museo del Prado la presenta hasta el 11 de septiembre. Reúne 65 obras de distintos museos (El Prado de Madrid, el Louvre de París, el Moma de New York, el Kunsthistorisches Museum de Viena, el Museum of Fine Arts de Boston, la National Gallery de Washington, el Polo Museale del Veneto de Venecia, el Museu Nacional de Arte Antiga de Lisboa, entre otros) de las cuales 25 son de El Bosco y el resto de discípulos y maestros de la época. Muy recomendable es también la videoinstalación titulada "Jardín infinito" en la sala C del museo que permite al público pasear y hasta sentarse en el suelo para admirar sin prisa colores y sonidos al hilo de detalles de la obra de El Bosco. En conjunto, una exposición temporal que no os dejará indiferentes.
 Muy importante: sin reserva previa es imposible acceder a la exposición dado el éxito que tiene. Y vale la pena alquilar la audio guía.
 
Videoinstalación Jardín infinito con detalles de la obra de El Bosco


Videoinstalación Jardín infinito con detalles de la obra de El Bosco  
Este es el enlace al  video introductorio de 3 minutos que el  Museo de El Prado ha preparado para este evento

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